lunes, 2 de abril de 2012

GOLOSA...

-¡Qué golosa eres!, me dijiste.
-No lo sabes tú bien.
(Y es que está (s) tan bueno)...

Pasionhada.

QUE QUEDE CLARO...

"No folla mejor quien conserva una erección, casi constante, durante varias horas, sino quien mantiene a su chica caliente durante todo ese tiempo."

Olga dixit

SIN DESPERDICIO...

De pequeña me decían... "Con la comida no se juega..."
En cualquier caso, lo que me ha quedado claro, es que no se desperdicia.
Pasionhada.

GANAS...


Te miro y me creo que tienes la capacidad de leer mis pensamientos.
Busco calor para mi piel, mis huesos, mi espíritu alborotado...para mi alma.
Y confieso que no me importa tentarte hasta conseguirlo y satisfacer mi deseo que no es más que hacer desaparecer esta sensación de invierno que me envuelve o, si lo prefieres, saciar esta sed que seca mi garganta y hace que hasta el aire me parezca insuficiente...
Provocarte, seducirte, hacer que me desees sin condiciones... esa es ahora mi más firme intención y pienso usar todas mis artes... Sé que te harás de rogar... es parte del juego... y a mí, simplemente, así me gusta.
Tú, sentado en el sofá mientras me acerco despacio, tanto como para ir despojándome de la ropa que cae al suelo lentamente...
Ahora puedes sentir mi tibia piel junto a la tuya...
Sientes mis ganas y yo te siento despertar con el roce de mi lengua explorando tu oreja mientras mis dedos te acarician, te esclavizan, te someten a su vaivén por encima de tu pantalón...
Crees que te ahogas pero te dejas llevar, dejas que me apodere de tu voluntad y te rindes ante mis caricias...
Tu corazón no para de latir aceleradamente pero parece que está en tu sexo...palpitante, duro, erecto... excitado...
Escucho el eco de unos gemidos que se me antojan lejanos y que no acierto a adivinar de quién son... tuyos, mios... ¿qué más da?... sólo sé que no puedo parar, no quiero, y tú... tampoco.
Y estoy convencida de ello porque ahora son tus manos las que aprietan mis nalgas, acarician mis muslos y rodean mi cintura... tu boca buscando mis senos para atraparlos entre tus dientes, tu lengua lamiéndolos con dulzura... descendiendo por mi vientre a la par que mis piernas se abren para permitir que tu rostro se hunda entre ellas.
Tus manos, tu boca, tu lengua...tocando, acariciando, besando, lamiendo, sorbiendo...haciéndome disfrutar en medio de un exquisito goce que hace temblar todo mi cuerpo...
En un instante te deslizas dentro de mí, aferrado a mis caderas...
Te mueves, me muevo, llevamos el mismo compás, el mismo ritmo...
No somos más que dos cuerpos enloquecidos que, al fin, temblorosos, se liberan de la pasión, del deseo que los aprisionaba, descubriendo otra vez el placer del éxtasis...
Abrazados, rendidos... disfrutando de la calma, cerrando los ojos para recuperar el aliento... la vida.
Pasionhada.

AMANECER...

No podíamos haber elegido mejor noche que aquella noche, ni madrugada más perfecta para dar rienda suelta a todas nuestras fantasías, sueños y anhelos...
Yo, luna, tú, sol...
Buscando siempre el momento adecuado para poder estar juntos y, por fin, había llegado...
El aire entraba por la ventana, pero no era eso lo que tenía mi piel erizada, ni mis pezones erguidos...
Comenzaste tiernamente a acariciar mi rostro, mis labios...
Nuestras miradas se encontraron y no éramos conscientes de nuestra agitada respiración.
Tu boca...cuántas veces la habría imaginado junto a la mía, cuántas había soñado tu lengua en mi oido, tu aliento en mi cuello y ahora era una realidad...
Tus manos dibujaron mi cuerpo, acariciaban mis pechos y éstos se agitaron con el roce inquieto de tus dedos...
Cada vez era más evidente mi excitación... y la tuya...
Aún estabas detrás de mi espalda y sentía cómo no podías dominar tus instintos... tu miembro pegado a mis nalgas, duro, erecto... y eso hacía que no pudiera, ni quisiera, dejar de mover mis caderas, frotándome, frotándote...
Separé mis piernas mientras tus largos dedos resbalaban por mi vientre... Me moría por sentirlos sumergidos en mi humedad y no dejaba de murmurar entre gemidos "te deseo"...
Pero tú, mi buen amante, sabes cómo prolongar el placer...hacer dulce la agonía...
Completamente desnudos, me tendiste sobre tu alfombra...
Por un instante, tu cuerpo sirvió de abrigo al mío, pero sólo eso... un instante...
Tus manos se apoderaban de mis rodillas... separándolas y pronto sentí tu nariz respirando mi aroma, tu boca probando sin apuro todo mi sabor... exquisito, excitante...Tu lengua lamiendo y yo... jadeando sin control...
Alzaste mis caderas para que mis piernas rodearan tu cintura, te deslizaste suave, fácilmente y comenzamos a movernos al unísono.
Nuestros cuerpos se tensaron, quedaron prendidos en un tiempo infinito, deshaciéndonos, temblando... alcanzando el paraíso... siguiendo el mismo ritmo, el mismo compás...
Yo, luna... Tú, sol... Los dos, simplente... eclipse.
Pasionhada

martes, 27 de marzo de 2012

¡QUÉ TONTERÍA!...

Qué largo fue tu camino,
cruzando playas, caminando orillas...
Esperando encontrar a alguien
que te devolviera la sonrisa...
Pensabas que el amor
era una parodia en tu vida...
Porque ella te dejó en la desdicha,
rompiendo en pedazos tu alegría...
En medio de tu desconsuelo,
rodaban lágrimas por tus mejillas,
lágrimas de sal, de dolor,
de rabia, de ira...
La amabas tanto, tanto la querías,
que creaste y creíste tus propias mentiras...
Y ahora piensas que debes aprovechar
la nueva oportunidad que te brinda la vida...
Pero no sabes que, a veces,
no todo son rosas sin espinas...
Y te veré lanzando plegarias al cielo,
cansado de nuevo, buscando una salida...
Intentarás alcanzar la libertad perdida,
arañando tu alma para no sentirla vacía...
Encadenado a unos recuerdos y sueños
llenos de versos y poesía...
Cuando llegue ese día,
pregúntale al viento, a la brisa,
incluso a la luna, con su luz divina,
porque no hallarás nada, ni nadie,
que te cure de la melancolía.
Pasionhada

¿A QUÉ DISTANCIA?...

Lo más lejos...
A la distancia de un abrazo.
Pasionhada