martes, 26 de enero de 2010

QUIERO MÁS...

Sí... lo sé...caprichosa, testaruda y muy tenaz...Hago todo lo que sea por conseguir mis propósitos... Y en este caso, mi objetivo eres tú.
Me conoces tanto como yo a tí... Quizás por eso cuando me acerco y frunces el ceño sabes que ese afán por tenerte a mi merced no me deja en paz.
Acabas de salir de la ducha tan sólo envuelto con una minúscula toalla... Me embriaga el aroma que desprendes y la vista de tu cuerpo semidesnudo hace que desee usar todos mis sentidos... Y lo sabes...
-Voy a leer, me dices y mirándome de reojo te recuestas sobre la cama haciendo una ligera mueca que me indica que empieza el juego...Llevo mis manos a mi espalda y pareciendo que hago un gran esfuerzo, deslizo lentamente la cremallera de mi vestido. Ese rassssssssssssss ha hecho que levantaras la vista, pero yo... como si no estuvieras...
Bajo un tirante y me miro en el espejo, ahora el otro, muerdo mis labios y suavemente paso mi lengua por ellos para humedecerlos, y al fondo... tu reflejo... mirándome, observando cómo llevo mi vestido hasta la cintura y cómo acaricio mis pechos con mucha calma, masajeándolos, pellizcando mis pezones que enseguida se quedan erguidos apuntándote, desafiándote a través de esa superficie pulida que nos une en una corta distancia...
Subo una pierna en el taburete para despojarme de las medias y aprovecho para acariciarme un poco por encima del tanga... cierro los ojos, inspiro y se me escapa un leve gemido...
Sé que desde hace un rato no has podido quitar la vista y has seguido todos y cada uno de mis movimientos... Giro mi cabeza y te veo... Ahora eres tú quien se muerde los labios... Recorro tu cuerpo con mi mirada y aprecio tu excitación... Y la mía... Mi tanga está húmedo, mi sexo mojado...
Lo acaricio con mis dedos lentamente, recorriéndolo, abriéndolo, empapándolos y sintiendo cómo resbalan por su interior haciendo que jadee... Te gusta oirme, lo sé... Y continúo con mis caricias, no me lo has dicho, pero deseas que siga y yo que tú no pares con las tuyas...

De frente a tí, mirándote sin pudor, observando tus manos y haciendo que las mías fueran las tuyas, pensando que mi humedad era también una mezcla de tu saliva..

Inclino mi cabeza hacia atrás, imparables mis caderas siguen el ritmo de mis dedos... quiero prolongar este placer pero no puedo...mi respiración se detiene después de mi alocado pulso y las convulsiones se apoderan de mí...

Me llamas, me acerco y me coloco sobre tí... Estás completamente erecto, excitado, caliente... Abro mis piernas para sentirte dentro, muy adentro palpitando...

Muevo mis caderas en círculos, en zig zag... mis nalgas rozando tus muslos, tus manos en mis pechos, en mi cintura...y en un frenético ir y venir acabas llenándome de tí en medio de un orgasmo intenso y salvaje que hace que mi cuerpo vuelva a contraerse, a dilatarse... dejándome satisfecha por ahora. Y es que... quiero más.

Pasionhada.


2 comentarios:

  1. cuando una mujer como tu mira a un hombre y, en esa mirada, dices quiero más...
    yo no podría ni querria negarte nada.



    uhmmmmmmmmmmm

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  2. Pobre hombre. No podrá avanzar en su lectura.

    Un gran saludo.

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