lunes, 12 de abril de 2010

PIEL CON PIEL...


Ese cuerpo desnudo anhelaba cada poro de su piel y el deseo se convirtió en entrega... Su aliento soplaba como aire cálido de una tarde de abril acariciando su cuello, mientras, su boca jugosa y carmesí, destilaba susurros que se le antojaban como una bella melodía... filtrándose en sus oídos, nublando su mente...
La lengua posesiva serpeaba largos caminos, dibujaba filigranas, modelaba contornos y se deslizaba hacia abajo, sin prisas, disfrutando del placer de explorar, de conquistar... de saberse creadora del éxtasis más sublime, del goce más intenso...
Se detuvo a tan sólo unos milímetros de aquel sexo humedecido y erecto para comenzar el regreso de su peregrino andar con la suavidad de sus senos, con el roce de sus pezones... Abrigaba su piel con la suya aunque no hiciera frío... Eran tan sólo dos cuerpos enardecidos que, en ese preciso instante, querían fundirse... ser tan sólo uno. Pero también querían prolongar el placer de esa dulce agonía.
Ella sintió una mano surcando su espalda, atravesando sus nalgas y unos dedos resbalando en la hendidura de su sexo que se turnaban con los expertos labios y la ágil lengua...
Él, en cambio, se imaginaba siendo bebido, absorbido, engullido por una boca inquieta y lascia. Sumergidos en una danza invisible, impaciente, impúdica... palpitando, latiendo, estremecidos por los orgasmos atrapados... se virtieron como incontrolable riada.
Recuperada la calma, controlada la respiración volverán a decir... "Házmelo otra vez".
Pasionhada.

2 comentarios:

  1. Una y mil veces queremos experimentar la gloria.

    Un gran saludo.

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  2. Beber y ser bebido...y ganas infinitas de no parar, de repetir...cierto

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